Los Invasores nacen a mediados de 2008, como iniciativa de un grupo de compañeros de trabajo que comulgan con una afición en común: correr. El vínculo que une a este grupo en sus comienzos es el de pertenecer a los cuadros de Hípica Rioplatense Uruguay S.A., empresa a cargo de la concesión del Hipódromo de Maroñas y las salas de juego de Maroñas Entertainment. Corredores que estaban en buen estado físico, corredores que volvían de una prolongada inactividad y nuevos corredores que se animaban a aceptar el desafío: todos tendrían cabida en su concepción.
El comienzo fue tímido, pero luego el sentido de pertenencia y afinidad se hizo patente. Se aprendió a entrenar en grupo, a tener presencia en carreras, a desarrollar imagen e identidad, a diseñar camisetas y equipos, a vencer el sedentarismo y promover la vida sana. Pero por sobre todas las cosas, Invasores se convirtió en una gran idea para convertir esta actividad en un fin social, donde nuestras familias se integran y nuestros hijos reciben señales del rumbo a seguir en la vida.
El integrarnos al ambiente de las carreras de fondo nos permitió descubrir un mundo del que rescatamos la sana competencia, el compañerismo, la solidaridad, el esfuerzo y las lecciones de vida que en forma permanente se ven en las distintas fechas de los diversos calendarios.
Hoy Invasores es una realidad, de la que un puñado de corredores amateur nos sentimos orgullosos de haber generado. El desafío está ahí. Las metas, además de los tiempos, las medallas, los premios y las copas, están más al alcance de la mano: son la amistad, la confraternidad y el ejemplo.
El por qué del nombre INVASORES
“La gente del stud 3 de Enero lo compró llamándose Quiet Style. Nombre anglosajón? De ninguna manera! Se va a llamar Invasor”
Teníamos que elegir un nombre. Y como lo que nos unió fue el turf y la hípica (somos algunas de las miles de familias que vivimos de esta industria) buscamos un nombre en el ambiente que nos juntó.
No hubo duda alguna. Invasor fue, es y será el hijo más mimado de esta nueva etapa de triunfos del Hipódromo Nacional de Maroñas. Argentino de nacimiento pero Charrúa de alma, llegó aún potrillo de la mano de sus dueños uruguayos para comenzar una carrera histórica. Venció lesiones, venció rivales, venció al viento. Triple coronado en las pistas de Maroñas, es vendido a un jeque árabe que lo lleva a competir contra lo más graneado de la hípica mundial. El resto es historia, y de la más valiosa. En duras competencias llegó a ser el Campeón Mundial, el Mejor Caballo del Mundo. El mismo Invasor que cada mañana cruzaba los portones de nuestro Maroñas para entrenar su gloria.
Porque nos identificamos con su esfuerzo, con sus victorias, con su espíritu, con su determinación para superar la adversidad en una carrera, es que los Invasores llevamos su nombre con orgullo. Y no olvidemos lo básico: tanto a él como a nosotros nos gusta correr. Tanto él como nosotros somos corredores a pura sangre...